La Comisión Federal de Electricidad (CFE) está considerando una posible alianza estratégica con Petróleos Mexicanos (Pemex) para desarrollar proyectos de hidrógeno verde en las refinerías de la petrolera. Este tipo de hidrógeno, producido a partir de energías renovables, podría contribuir a los esfuerzos de Pemex en reducir su impacto ambiental, al tiempo que mejoraría la sostenibilidad de sus operaciones.
Iris Cureño, jefa de la unidad de seguimiento y evaluación de proyectos prioritarios de la dirección corporativa de operaciones de CFE, explicó en una entrevista con Bloomberg Línea que Pemex, al ser el mayor consumidor de hidrógeno del país, podría convertirse en un “socio estratégico” para impulsar estas iniciativas. “Podríamos crear una sinergia en la que CFE se encargue de producir el hidrógeno o, al menos, la energía renovable necesaria para los procesos de Pemex”, detalló.
Actualmente, México consume alrededor de 220 mil toneladas de hidrógeno al año, de las cuales el 98 por ciento es producido por Pemex para su uso interno. Sin embargo, este hidrógeno proviene principalmente de gas natural, un proceso que genera emisiones de dióxido de carbono. En contraste, el hidrógeno verde, obtenido mediante electrólisis alimentada por energías renovables, no emite gases contaminantes, lo que lo convierte en una opción más limpia para las refinerías que buscan reducir el contenido de azufre en los combustibles.
Pemex ya ha expresado su interés en la producción de hidrógeno verde a nivel nacional. En su Plan de Sostenibilidad 2023, la empresa visualiza una oportunidad de negocio a largo plazo, con la posibilidad de exportar excedentes de hidrógeno valorados en hasta 4 mil millones de dólares para 2050. Este plan también contempla una posible joint venture con CFE para desarrollar el proyecto.
Víctor Rodríguez Padilla, próximo director de Pemex, aseguró el pasado 26 de agosto que la empresa priorizará los proyectos de energía renovable, lo que incluye el hidrógeno verde, aunque no ofreció detalles específicos sobre los planes futuros. Según Cureño, la refinería Salina Cruz, en Oaxaca, sería una ubicación ideal para iniciar estos proyectos, dada su cercanía con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, un área estratégica para la industria.
A pesar del entusiasmo por el hidrógeno verde, existen desafíos significativos, entre ellos la falta de un marco regulatorio en México. Aunque la Secretaría de Energía emitió lineamientos generales sobre el hidrógeno verde en marzo de 2024, aún no se cuenta con normas específicas para su producción, comercialización o exportación.
Los costos asociados a la producción de hidrógeno verde siguen siendo elevados, pero CFE está trabajando en conjunto con la academia mexicana para desarrollar tecnología nacional que ayude a reducir estos costos. No obstante, los retrasos en la implementación de regulaciones han impedido el avance de proyectos piloto, como el que CFE tenía previsto en Puerto Peñasco, Sonora.
Además de los obstáculos regulatorios, el hidrógeno verde enfrenta dificultades técnicas relacionadas con su eficiencia energética, corrosión y sobrecostos. A medida que México busca avanzar en esta tecnología, la presidenta electa Claudia Sheinbaum está preparando un plan energético que se espera incluya una estrategia para el desarrollo del hidrógeno verde, aunque aún no se ha establecido una fecha para su presentación.