En una polémica decisión, Pemex asignó de manera directa un contrato por más de 28 mil millones de pesos a Grupo Cotemar, empresa vinculada con dos accidentes fatales en plataformas petroleras que ocasionaron la muerte de nueve personas y millonarias pérdidas en producción.
A pesar de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el 20 de septiembre de 2024 que su administración no favoreció a ninguna empresa en particular, Cotemar parece haberse consolidado como uno de los proveedores predilectos de la petrolera estatal en este sexenio.
El contrato, otorgado el pasado 23 de agosto sin concurso, abarca el mantenimiento de instalaciones costa afuera en la Región Marina de Pemex Exploración y Producción (PEP) hasta septiembre de 2029. Este acuerdo se suma a otro otorgado el 29 de enero de 2024, también sin licitación, por más de 19 mil millones de pesos para la modernización y rehabilitación de infraestructura marina, con vigencia hasta diciembre de 2028.
Cotemar ha estado involucrada en graves incidentes, como el registrado en agosto de 2021 en la plataforma E-Ku A2 en la Sonda de Campeche. Una explosión en dicha instalación cobró la vida de siete personas, cinco de ellas empleados de la empresa. Según Octavio Romero, director de Pemex, tanto la petrolera como Cotemar no cumplieron con los protocolos de seguridad, lo que provocó una fuga de gas que culminó en el fatal accidente.
Un segundo incidente ocurrió el 7 de julio de 2023, cuando trabajadores de Cotemar realizaban labores de mantenimiento en el Centro de Procesamiento Nohoch Alfa, en el Complejo Cantarell. Una nueva explosión dejó dos muertos y un desaparecido, nuevamente atribuido a fallos humanos y a la falta de cumplimiento de las normas de seguridad.
A pesar de estos hechos, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) no sancionó a la empresa. Además, organizaciones civiles documentaron un derrame de petróleo derivado de este último incendio que afectó 400 kilómetros cuadrados, aunque Pemex sostuvo que el derrame fue mucho menor, cubriendo solo 60 metros cuadrados.
Desde la reforma energética de 2014, Pemex cuenta con mayor flexibilidad para adjudicar contratos de forma directa o mediante licitaciones, un margen que ha utilizado para favorecer a empresas como Cotemar, pese a su historial de fallos en seguridad.