Durante la semana, los precios de los futuros del petróleo mostraron una tendencia a la baja, en medio de preocupaciones sobre una desaceleración en la demanda china y posibles ajustes en la política monetaria de Estados Unidos. El crudo Brent cayó 3.83%, mientras que el WTI estadounidense registró una disminución del 4.73%, reflejando una demanda más débil en el mercado global.
China, el principal importador mundial de petróleo, anunció un plan para estimular su economía mediante un aumento en la emisión de bonos especiales, destinados a apoyar sectores clave como el inmobiliario y la banca. Sin embargo, el efecto de esta medida en la economía china aún es incierto, y las cifras recientes muestran una caída del 4.6% en el procesamiento de crudo en sus refinerías durante octubre, debido al cierre de algunas plantas y a la reducción de operaciones en refinerías independientes.
El viernes, los futuros del Brent cerraron a 71.04 dólares por barril, con una baja de 2.09%, mientras que el WTI terminó en 67.02 dólares, registrando una caída del 2.45%. La mezcla mexicana de exportación también perdió un 2.31%, situándose en 62.59 dólares por barril.
El panorama económico de China se ha vuelto cada vez más incierto, con una desaceleración en la producción fabril y una demanda débil en el sector inmobiliario. Esto ha generado preocupación en los inversionistas, en un contexto donde también podrían surgir nuevas tensiones comerciales con Estados Unidos, según el economista John Kilduff de Again Capital. La posible reimposición de aranceles más altos a las importaciones chinas por parte de la administración estadounidense podría agravar el escenario.
Pronósticos de demanda y política de tasas en EE.UU.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) también ha ajustado sus previsiones, indicando una ralentización en el crecimiento de la demanda mundial de petróleo, impulsada en gran parte por el menor crecimiento económico en China y el avance de los vehículos eléctricos a nivel global. Según la AIE, la oferta de petróleo podría superar a la demanda en más de un millón de barriles diarios para 2025, incluso con los recortes de la OPEP+ en vigor.
En Estados Unidos, los datos de ventas minoristas en octubre fueron mejores de lo esperado, sugiriendo una base sólida para el cierre del año. Esto mantiene la expectativa de un consumo estable en ese mercado, aunque también ha generado un debate sobre el ritmo de los recortes de tasas de interés de la Reserva Federal. A pesar de las expectativas de un posible recorte en diciembre, la presidenta del Banco de la Reserva Federal de Boston, Susan Collins, mantuvo una postura cautelosa, lo que ha reducido las probabilidades de un recorte significativo a final de año, según analistas.
En conclusión, el mercado del petróleo se encuentra en una situación compleja, influenciada por la desaceleración económica en China, las posibles tensiones comerciales con Estados Unidos, y un panorama global de demanda incierta. Esto podría continuar ejerciendo presión sobre los precios en el corto y mediano plazo.