Sin Remitente
Qué tan pertinente será o no que el transporte público suba a partir de febrero como anunció el titular de Movilidad en Tabasco, Narciso Oropeza es algo que vamos a medir realmente en la elección del próximo año.
En medio de una escalada de aumento de precios en productos básicos, derivado de la creciente inflación, las familias tabasqueñas hacen magia para que la quincena rinda y satisfagan sus necesidades.
Si bien ese aumento de precios impacta también en el sector transportista, para los concesionarios sigue siendo un negocio transportar a los tabasqueños. De otra manera, la ciudad estaría desierta de combis, taxis o camiones, y nadie estaría dispuesto a invertir en una unidad para transporte.
En apariencia, un peso o uno cincuenta podría no parecer mucho, pero si consideramos que el transporte público es básico (ya hasta los pochimóviles se hicieron indispensables) para que el ciudadano se desplace, entonces ese peso se vuelve cinco o diez más en un solo día, para un integrante de una familia.
No se trata ciertamente de ser inconsciente o no entender la situación de los transportistas, pero es evidente que han hecho muy poco para mejorar las unidades y ofrecer un servicio digno, de calidad, que permita justificar el alza al pasaje.
En cambio, el usuario sí ha tenido siempre que sacrificarse teniendo que aceptar los aumentos para que los concesionarios sigan ganando sin verse obligados a mejorar el servicio.
La obligación en todo caso de la Secretaría de Movilidad de Tabasco es procurar que los concesionarios verdaderamente ofrezcan un servicio de calidad en unidades decentes y no en auténticas chatarras.
De otra manera, la queja cada que el gobierno anuncie aumento del pasaje no cesará, y seguirá la controversia y la confrontación con los concesionarios y usuarios.
En las calles y hogares de Tabasco, la plática de las amas de casa, que son las que administran los ingresos en la familia, es que el dinero no alcanza y que los productos han subido. Así que no habría que esperar que los tabasqueños tomen con alegría que a partir de febrero tendrán que pagar más por desplazarse a cualquier parte de la ciudad.
