El presidente electo de EU, Donald Trump, designó a Chris Wright como nuevo líder del Departamento de Energía. Wright, quien anteriormente fue director ejecutivo de la empresa de servicios petroleros Liberty Energy, asegura que el cambio climático es una amenaza “distante” en comparación con la pobreza, la cual considera el mayor desafío para la humanidad.
Según un informe corporativo titulado “Bettering human lives”, publicado en febrero, Wright sostiene que el acceso a combustibles fósiles es clave para reducir la pobreza global.
Wright argumenta que la transición energética hacia alternativas limpias no ha comenzado realmente y critica lo que denomina un “optimismo desmesurado” en torno a la escalabilidad de la energía solar y eólica.
En su lugar, respalda tecnologías como la energía nuclear modular y la geotermia, mientras desestima la viabilidad de las energías renovables como soluciones suficientes.
En el informe, Wright afirmó que los países desarrollados han “obstruido la infraestructura y producción de hidrocarburos” debido a su entusiasmo por las energías alternativas.
También señaló que las muertes por eventos climáticos extremos han disminuido en el último siglo, lo que atribuye al acceso a mayores recursos energéticos y a un aumento de la riqueza global.
Drew Shindell, científico climático de la Universidad de Duke, criticó estas afirmaciones, calificándolas de “tangenciales” al problema real del cambio climático. “Nadie propone apagar las luces y volver a la Edad Oscura. El argumento está fuera de lugar”, enfatizó Shindell.
Wright ha rechazado tratar el dióxido de carbono como un contaminante, argumentando que “el carbono es esencial para la vida”. Sin embargo, expertos como Peter Reich, de la Universidad de Michigan, consideran esta lógica “absurdamente peligrosa”. “Que algo sea necesario no implica que no pueda ser problemático en exceso”, dijo Reich, comparando la situación con una inundación catastrófica.
El informe también afirma, sin pruebas, que la población de osos polares está aumentando. Charlotte Lindqvist, especialista de la Universidad de Buffalo, refutó estas declaraciones, indicando que los hábitats de los osos polares están desapareciendo debido a la pérdida de hielo marino.
Michael Mann, científico climático de la Universidad de Pensilvania, destacó el impacto devastador del cambio climático, citando los más de 200 muertos por el huracán Helene en octubre, un evento agravado por el calentamiento global.
Wright, conocido por su defensa del petróleo y el gas, encaja en la agenda de Trump que busca maximizar la producción nacional de hidrocarburos y retirar a EU de acuerdos internacionales para combatir el cambio climático.
Según Morgan Bazilian, director del Payne Institute, “la industria siente que Trump será un respiro tras las políticas climáticas restrictivas de Biden”.
Liberty Energy, bajo la dirección de Wright, ha publicado informes de sostenibilidad desde 2021, alineando su misión de proporcionar energía asequible con los principios de inversión ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
No obstante, críticos señalan que estas iniciativas son contradictorias con los efectos perjudiciales de los combustibles fósiles.
Un portavoz del equipo de transición de Trump calificó a Wright como “un defensor audaz del compromiso de Trump con la independencia energética y la reducción de costos”.
Mientras tanto, el escepticismo de la comunidad científica y ambiental sigue aumentando frente a esta visión que prioriza los hidrocarburos sobre las urgencias climáticas globales.