Sin Remitente
Mientras el gobierno de Tabasco está interesado en que la feria 2023 salga lo mejor posible después de tres años de no realizarse, hay alcaldes como el de Jonuta, Eric Garrido Argáez, que no están en el ánimo de generar condiciones favorables para que suceda y, por el contrario, parecen más abocados a desacreditarla.
Además del exabrupto y falta de respeto que de por sí ya es ofensivo por sus declaraciones alusivas a su nuera, el alcalde no reparó en aceptar que la impuso como la embajadora de Jonuta, “porque mi hijo la agarró de novia”.
Es cierto que los ciudadanos de los municipios históricamente han aceptado que los alcaldes propongan o elijan unilateralmente a sus embajadoras, pero que impongan a familiares o a nueras como el caso del alcalde de Jonuta es por demás insultante.
No hay nada que justifique que el alcalde de Jonuta haya impuesto a la embajadora solo por el hecho de ser la novia de su hijo, cuando seguramente hay jóvenes que son igual de bellas o más inteligente que su nuera , sin ningún conflicto de interés.
Aprovechando su posición de poder y sin importarle lo que la gente diga, es claro que el alcalde busca satisfacer las preferencias emocionales de su hijo, accediendo a que su novia sea la embajadora de los jonutecos.
Lamentablemente la imposición de la embajadora es una de las cosas que más han llamado la atención de la feria junto a los conciertos del cantante Julión Álvarez que son un éxito por anticipado con dos presentaciones en el Palenque.
En descargo, habría que precisar que finalmente la menos culpable es la nuera del alcalde que aún cuando evidentemente externó a su novio su deseo de ser embajadora, el alcalde, por muy padre que se considere, no debió ceder e imponerla como representante ilegítima de los jonutecos que han reprobado con toda razón lo sucedido.
Pero el comportamiento del alcalde es una muestra de la soberbia y autoritarismo que han venido caracterizando su gobierno, uno de los peores, por cierto.
