Triques
La culpa la tiene Lorenzo Córdova, su arbitraje siempre regaló triunfos electorales, multas, candidatos, fallos, favoreciendo a los amigos, debiendo ser imparcial. Ahora una moderadora no sólo interrumpe a la candidata a la gubernatura del Estado de México sino que la increpa, le presiona para que tratar de desestabilizarla.
La imparcialidad que debió ser la esencia de los medios y la mayoría de sus trabajadores nunca ha existido y en los últimos años se convirtió en consigna. Los medios convencionales, sobre todo los de mayor tamaño y menos credibilidad desconocen la imparcialidad en su trabajo, nunca la han practicado, siempre han realizado su tarea al servicio de alguien.
Así, la mediadora del debate entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México sabía que había dados cargados precisamente donde se supone se ubicaría la imparcialidad: en la mediadora, con un vocabulario de pocas palabras y con la ignorancia propia de quienes alquilan su trabajo.
Es por demás sabido que si el debate era ganado por la candidata de Morena los medios dirían que hubo empate. Desde la selección de la moderadora se mostró la parcialidad del Instituto electoral del Estado de México al escoger una persona que ya había publicado, diferentes columnas políticas contra Delfina Gómez.
Lo preocupante es esto, que sabiendo que la moderadora no sería imparcial el IEEM, la escogiera como moderadora, –con los resultados que todos vimos, con repetidas interrupciones, agresiones gratuitas, preguntas repetidas, temas que fortalecían la posición de Alejandra del Moral, etc.–, sino la postura de las autoridades electorales de la entidad que no fueron objetivas ni equilibradas.
Estamos ante una evidente muestra del clásico árbitro vendido que hizo costumbre Lorenzo Córdova y que tanto el PRI como el PAN hicieron propias como su fueran jugadas que los identifican en cada elección.
Faltan dos debates entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México y sucederá como lo que pasó en l víspera de la primera: desde días antes se envían a las redes montajes de compra de votos por parte de Morena, en diferentes municipios del Estado de México, se intimida a la casa de campaña de Delfina Gómez, se anuncia, en complicidad con los medios de la entidad, que se descubren “nuevos fraudes de Delfina”, etc.
Las acusaciones ante el IEEM son tomadas con mucha calma por las autoridades lectorales del Estado de México y algunas de las denuncias son desechadas por falta de pruebas. La posición del árbitro electoral es a todas luces delictiva. La aparición de un personaje como Ana Paula Ordorica, niega cualquier indicio de imparcialidad y convoca a poner mucha atención en todos y cada uno de los actos y expresiones de un tribunal que es parcial impunemente.
Los encargados de organizar las elecciones para el cambio de gobierno, de coordinar los debates, de contar los votos, de dar resultados electorales han mostrado que ellos votan por el PRI, anuncian su intención del voto desde ahora como una manera de manipular la elección y de advertir que no habrá piedad para el voto contra la alianza opositora y que con la misma crueldad con la que actuó la moderadora del primer debate así seguirá la campaña contra Delfina Gómez.
