Triques
Aquella Alianza federalista, integrada por gobernadores de partidos diferentes a Morena, queda en un intento fallido de los conservadores que ven en Estados Unidos una salvación a sus ambiciones personales.
Los gobernadores de Aguascalientes, Martín Orozco, ya fuera del poder; Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas, hicieron formal su solicitud para celebrar una Convención Nacional Hacendaria en los próximos meses.
El primero en salir de dicho grupo fue Javier Corral, quien al final de su administración armonizó con el gobierno federal. De los 10 restantes cinco ya no están en el poder y quedan en funciones personajes como Ricardo Gallardo de San Luis Potosí, quien fue el segundo en salir de dicho foro que entre sus proyectos a mediano plazo era separarse de México y, ante la negativa de pagar sus impuestos a la federación mostraría su capacidad tributaria en relación al dinero que podría aportar, a algún país que los adoptara, es decir: Estados Unidos.
Deben destacarse posturas como las de Jaime Rodríguez Calderón y luego Samuel García, de Nuevo León ven con mucha admiración al gobierno de Estados Unidos, a grado tal que, en más de una ocasión, éste último, se puso a las órdenes de los gobernadores estadounidenses del sur de ese país.
Así se fue descomponiendo ese foro que aseguraban que no ser justo el hecho de que esas entidades “mantuvieran” al resto de la población, como es el caso de los estados del sureste mexicano.
Una vez enfrentados al gobierno federal, se presentaría una consulta en cada uno de esos estados para declarar la independencia de México, en lo que se llamaba la “balcanización” de nuestro país, mecanismo que nunca había sido ni permitido ni prohibido.
Estos intentos de autonomías y anexiones fue el origen de la guerra en Ucrania, cuando dos de las entidades de ese país se independizó de Ucrania, a través de una consulta en la que la gran mayoría pidió su anexión de Rusia.
Las inconformidades de los habitantes de Donesk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia se produjeron ante la represión que ejercía contra ellos el gobierno de Volodímir Zelenski, comediante de profesión, hasta el exterminio. Este personaje oscuro, con tendencias nazis en su forma de gobierno, llegó al extremo de lanzar armas bioquímicas contra los habitantes de esas regiones ucranianas.
Durante la represión la OTAN armó hasta los dientes al raquítico ejército ucraniano, lo cual encendió las alertas en Rusia, hasta que decidió tomar posesión de las entidades liberadas del yugo nazi de Zelenski, y esto implicaba la llegada de sus fuerzas armadas a los nuevos territorios.
Este proceso de anexión que cabía en las normatividades nacionales e internacionales ahora la ONU la acaba de prohibir, mostrando su parcialidad y su franca adhesión a la política de Estados Unidos, de la OTAN y del autoritarismo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres señaló que las anexiones de regiones ucranianas por Rusia, “no tienen lugar en el mundo moderno”. “Cualquier decisión de proceder a la anexión de las regiones ucranianas de Donesk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia no tendrán ningún valor legal y merecen ser condenadas. Es una escalada peligrosa. Esto no tiene lugar en el mundo moderno”, aseguró.
Pero nunca habló del conflicto en Palestina donde Israel invade y se anexa territorios árabes a través del exterminio de mujeres, niños y ancianos; tampoco habló de las Islas Malvinas, olvidó mencionar Guantánamo, Gibraltar, Bermudas, etc.
“Esto va contra todo lo que la comunidad internacional representa. Se burla de los objetivos y los principios de las Naciones Unidas. Es una escalada peligrosa. No tiene lugar en el mundo moderno. No debe aceptarse”, sostuvo, mostrando un servilismo sin precedente en la ONU.
Independientemente de que México, a través de su representante ante este foro intencional, Juan Ramón de la Fuente, haya afirmado que los referendos celebrados en las regiones ucranianas de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia para su anexión a Rusia carecen de validez jurídica.
Esto quiere decir que la decisión de la población se anula, y pone el ex rector de la UNAM como ejemplo la anexión de más de la mitad de nuestro territorio, donde nadie, absolutamente nadie, voto por ser parte de estados Unidos, dentro de los territorios ocupados. Lo que quiere decir que se trató de un robo, y que organismos como la ONU debe pugnar para que sean devueltos esos estados.
Si la tentación de los gobernadores del norte de México volviera a intentar ser parte de Estados Unidos, seguramente Guterres, o cualquier otro secretario de la ONU, impuesto por Estados Unidos, daría legalidad y vigencia a la anexión.