Triques
Lo que intentaba ser un acto de campaña de partido resultó ser un evento de campaña para la oposición, la cual parece sorprendida del revuelo de sus repercusiones de esa reunión en Toluca, que no fue una convocatoria nacional, los integrantes del presídium fueros seleccionados con bisturí y la gente no asistió en las cantidades acostumbradas.
A pesar de lo segmentado de la reunión la oposición se vio agredida. Se sintió violentada ante el alarde de fuerza de Morena y quiere endilgarle uno y mil calificativos, lo cierto es que Morena se le metió al patio de la casa del PRI y amenazó, con su simple presencia, con garle ese bastión el próximo 5 de junio.
Si la oposición tuviera uno o dos o tres candidatos a la presidencia de la República tendría que mostrarlos aunque pareciera un acto adelantado de campaña. Rimero habría que darlo a conocer a lo largo y ancho de todo el país y, segundo, ponerlo a conocer el país a todo vapor porque le faltan a la alianza sólo 20 meses para que los candidatos se muestren púbicamente.
Lo ocurrido en Toluca fue una advertencia para la oposición para que advirtieran que ya se les hizo tarde. Que para penetrar en la sociedad su candidato debería estar en los medios aunque fuera disfrazado de funcionario, consejero electoral, empresario, legislador, o prófugo de la justicia. Se dieron cuenta los opositores que a veces es mejor no llegar a algunos compromisos que llegar tarde. Y ellos ni siquiera desempolvan al posible candidato porque no saben a quién seleccionar como tal.
La ventaja de Morena crece cada día a pesar de la acusación de que en Toluca en el acto Unidad y Movilización para que siga la Transformación, se cometió un delito electoral. Lo cierto es que podría pasar lo mismo que ha sucedido en los últimos tres años y medio, donde no hubo una sola propuesta lógica dela oposición más allá de volver al pasado y se dedicaron a cuestionar todo lo que sucede. Ahora, al no tener ni propuesta ni candidato, señalan de acto adelantado de campaña un evento partidista.
En todo caso también lo fue la reunión de Alito Moreno con los ex dirigentes de su partido, o cualquier ceremonia cívica que realice el PAN en sus instalaciones. Lo ocurrido en la oposición en el legislativo fue sólo un adelanto de la contienda electoral de 2024, sólo denuncian, critican y cuestionan, pero no tienen candidato. Cuando se le pregunta a algún líder de la oposición que quién sería el mejor candidato para la Presidencia de la República, regularmente contestan: yo. Así no se puede.
Si a esto agregamos un grado mayor de complejidad al ver que no sólo habrá contienda para la Presidencia de la República sino para la renovación de gubernaturas en nueve entidades, dejamos a la oposición en medio de un muy grave problema porque no tiene de dónde echar mano, ya no para ganar sino simplemente para competir. De las nueve siete están en manos de Morena, los otros dos, Guanajuato y Jalisco, pertenecen al PAN y a MC respectivamente. Estos dos carecen de posibles candidatos para preservar en esas entidades su poder. Es más, todavía no saben quién puede ser el candidato de la alianza para conservar el estado que se ha convertido en el más inseguro del país y menos aún en un candidato emecista que pueda ganar elecciones para la gubernatura de Jalisco.
La oposición no trabajó al interior de sus organizaciones en la tarea de crear cuadros competitivos, no trabajó en el Congreso para proponer iniciativas que beneficien a la sociedad, no cooperó ni un peso en plena pandemia para comprar vacunas o colaborar en la atención de los contagiados, fue incapaz de sugerir esquemas diferentes de vacunación que tanto criticaron. Sólo criticó, y ahora que hay actividad partidista en los partidos de su competencia electoral asegura que es un acto anticipado de campaña.