Contracolumna
Francisco Hernández Juárez y Carlos Slim tienen más de treinta años viéndose las caras. Uno podría pensar que después de tanto tiempo podrían ser “amigos”, pero no es así. Slim siempre lo ha visto con desprecio. Esta vez las cosas no tendrían por qué ser diferentes.
El sindicato de telefonistas emplazó a huelga a la patronal Teléfonos de México para este miércoles 27 de octubre. Si no hay arreglo en las próximas 48 horas el paro laboral será inminente.
Hernández Juárez quien es nueve años menor que Carlos Slim, lleva más de la mitad de su vida como líder sindical de los telefonistas. Llegó a Telmex cuando era un chamaco, tenía 16 años y trabajaba como empleado de mantenimiento, y con empeño y grandes esfuerzos se graduó como ingeniero en electrónica y comunicaciones en el IPN. Lleva 45 años al frente del sindicato, desde 1976 a la fecha. En ese lapso ha encabezado seis huelgas.
La que viene podría ser la séptima. Carlos Slim en cambio recibió la Concesión de la telefónica desde diciembre de 1990. En los 31 años que lleva al frente de Telmex se ha hecho inconmensurablemente rico y poderoso, aún le restan cinco años para que concluya la concesión que le otorgó el gobierno del presidente Carlos Salinas y Peña Nieto –uno de los más corruptos de los gobiernos desde el sexenio de Miguel Alemán e incluido el del propio Salinas– negoció mediante argucias extralegales con el IFT una prórroga de otros 30 años más para que Slim y su dinastía sigan explotando los servicios telefónicos hasta el año de 2056. Un total de 66 años. Pero hay un apartado donde Slim podría tener la Concesión hasta por un lapso de 81 años.
Si se ordenara una verdadera investigación de Estado se podría desenmarañar los intereses perversos que existen detrás del Instituto Federal de Telecomunicaciones para haber decidido la renovación de la Concesión en favor del grupo de Carlos Slim, una organización internacional que se ha extendido por toda América Latina y parte de Europa.
Slim creó un coto de poder superior a los legalmente constituidos que lo ha hecho intocable. Ahora el rey de las telecomunicaciones con el apoyo del IFT tiene acorralados a los trabajadores telefonistas quienes no tienen más opción que la huelga.
El viernes pasado, los dirigentes del sindicato ratificaron las demandas de su movimiento por las violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo y por el incumplimiento en el cubrimiento de vacantes.
No es ninguna novedad. Los atropellos de la empresa persisten desde 1996. Desde ese año Telmex dejó de contratar empleados certificados y empezó a contratar trabajadores con menos prestaciones laborales (solo las de la ley) mediante la empresa Comerfel Argos, así también, se ha dado mayor interés en invertir en las empresas Red Uno y Uninet.
El fin de semana los sindicalistas decidieron ratificar los acuerdos emanados de la XLVI Convención Nacional Ordinaria Democrática que de manera unánime y rotunda rechazaron la propuesta de complementariedad de la Empresa, la cual consiste en tomar como base el porcentaje de la pensión del IMSS y complementarla con otro porcentaje aportado por Telmex, de tal forma que esto tiene como consecuencia la extinción de la jubilación establecida en el Contrato Colectivo de Trabajo, la desaparición del fondo de pensiones y jubilaciones y aún más, en una actitud que denota la falta de voluntad para llegar a un acuerdo.
Los trabajadores solicitaron al presidente López Obrador su conciliación para lograr un acuerdo entre las partes pero no encontraron respuesta.
Telmex ha violado sistemáticamente la materia de trabajo de los telefonistas por medio de empresas filiales y terceras, contratando personal de manera directa, además del incumplimiento en la liberación y contratación de 1,942 vacantes acordadas en revisiones salariales y contractuales anteriores, entre otras violaciones; recrudeciendo cada vez más su postura y complicando con esto las condiciones de la negociación.
Ante la inacción de la Secretaría del Trabajo, los telefonistas han elaborado los siguientes escenarios de lo que podría ocurrir en las próximas 48 horas:
- Aceptar la propuesta presentada por la Empresa, lo cual para el STRM no es pertinente y, por lo tanto, no recomendamos, ya que ha sido rechazada permanentemente por acuerdo de la Convención y de la Asamblea Nacional.
- Retiro de las negociaciones, iniciando en lo inmediato una etapa de resistencia que implicaría promover una nueva prórroga (recurso que hemos venido utilizando y ha reducido su eficacia para la negociación), lo que requeriría la aplicación de las acciones más contundentes comprendidas en nuestro programa de acción. Este escenario conlleva riesgos como el retraso o incumplimiento en el pago de las prestaciones de diciembre tales como el Fondo de ahorro y el Aguinaldo, la posible prolongación de la negociación hasta la revisión contractual del próximo año, con el consiguiente desgaste para la organización.
- El estallamiento de la huelga como un instrumento de los trabajadores que la ley nos confiere para la defensa de nuestros derechos, lo que implicaría ajustarnos a lo establecido en el Manual de Procedimientos de Huelga, recurrir a las acciones jurídicas, políticas, mediáticas, laborales y a la solidaridad nacional e internacional de las organizaciones fraternas.
Slim les regatea mejoras laborales a los trabajadores telefonistas que contribuyeron a proyectarlo como el hombre más rico del mundo. Basta señalar que en plena pandemia la riqueza de Slim aumentó exponencialmente, en 2019 rondaba los 63 mil millones de dólares, dos años después su fortuna aumentó a 78 mil 485 millones de dólares. Y cada vez su riqueza crecerá como una montaña si el Estado permite la renovación tramposa del IFT para que Slim y su dinastía exploten por otros 30 más la compañía telefónica.