Se reveló que un alto mando militar evitó una guerra entre Trump y China en los últimos días de su mandato.
Mark Milley es sencillamente el Jefe del Estado Mayor Conjunto.
Claramente, desconfiaba de la cordura de su superior, el Comandante en jefe y Presidente Donald Trump.
Los hechos se registraron tras el motín del 6 de enero en el Capitolio.
Luego, Mark Milley llegó a asegurar a otros generales de alto rango que se seguirían los procedimientos para lanzar ataques nucleares, es decir, a través de él.
Unos meses antes, ya había hablado con su homólogo chino, Li Zuocheng.
Lo anterior para asegurarle que no había ningún plan para atacar a China.
Otra llamada telefónica a China después del ataque al Capitolio se efectuó para decirles que la situación era estable.
“General Li, quiero asegurarle que el Gobierno estadounidense es estable y todo funciona bien”.
Dijo Milley en su llamada de octubre.
“Estamos 100 por ciento estables. Todo está bien.
“Pero la democracia a veces puede estar descuidada”, dijo Milley a Li.
Los detalles de lo acontecido se dará a conocer en Peril, un libro que se publicará el 22 de septiembre.
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Tranquilizar a Nancy Pelosi
Ese mismo día, el 8 de enero, Mark Milley también mantuvo una conversación con Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
Milley le aseguró que la situación estaba bajo control y que el ejército no haría nada ilegal ni descabellado.
“Está loco, sabes que está loco, y ha estado loco durante mucho tiempo”, dijo Nancy Pelosi.
“Estoy de acuerdo con usted en todo”, respondió el que se supone que es el asesor militar más cercano a Donald Trump.
El ex ocupante de la Casa Blanca no quiso responder a las preguntas de los autores del libro.
Milley habló además con otros altos funcionarios, incluyendo la directora de la CIA, Gina Haspel.
Así como al Jefe de la Agencia de Seguridad Nacional, Paul Nakasone.
A ellos les planteó la necesidad de estar vigilantes ante la posibilidad de que Trump actuase irracionalmente.
“Algunos podrían sostener que Milley se extralimitó en su autoridad.
“Se atribuyó un poder extraordinario”, escribieron los periodistas Bob Woodward y su colega Robert Costa.
Sin embargo, creía estar actuando correctamente “para asegurar que no hubiese una histórica ruptura en el orden internacional, ni una guerra accidental con China u otros, ni uso de armas nucleares”, dijeron.
Traición
El Pentágono rehusó comentar lo publicado, pero en respuesta Trump arremetió este martes calificando a Milley con crudas palabras.
También lo culpó por la caótica retirada estadounidense de Afganistán en agosto.
“Supongo que lo juzgarán por traición porque habría estado tratando con su homólogo chino a espaldas del Presidente”, dijo Trump en un comunicado.
Milley y otros, Haspel incluida, estaban preocupados de que Trump emprendiera un ataque contra China o Irán.
Ya fuera por frustración o para buscar una forma de aferrarse a la presidencia.
“Es una situación altamente peligrosa. ¿Vamos a atacar por su ego?”, dijo la jefa de la CIA, según el libro.
Legisladores republicanos no tardaron en atacar a Milley y el Senador Marco Rubio pidió al Presidente Joe Biden que cesara al General.
Defensor de Trump, Rubio alegó que Milley “trabajó para socavar activamente al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en funciones y contempló una filtración traidora de información clasificada al Partido Comunista Chino”.
“Estas acciones del General Milley demuestran una clara falta de buen juicio, y les insto a que lo despidan de inmediato”, dijo el Senador en una carta a Biden.
Así, Mark Milley, alto mando militar evitó una guerra entre Trump y China.