La yoga es una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India.
El yoga, una práctica y meditación ancestrales, se ha vuelto cada vez más popular en la ajetreada sociedad actual. Para muchas personas, el proporciona un retiro de sus vidas caóticas y ocupadas. Esto es cierto ya sea que practique la postura del perro boca abajo sobre una alfombra en su dormitorio, en un ashram en la India o incluso en Times Square de la ciudad de Nueva York. Además proporciona muchos otros beneficios físicos y mentales. Algunos de estos se extienden a la mesa de la cocina.
Tipos
Hay muchos tipos de yoga. Hatha (una combinación de muchos estilos) es uno de los estilos más populares. Es un tipo de yoga más físico que una forma tranquila y meditativa. El hatha, se centra en pranayamas (ejercicios controlados por la respiración). Estos son seguidos por una serie de asanas , que terminan con savasana (un período de descanso).
El objetivo durante la práctica es desafiarte físicamente, pero no sentirte abrumado. En este “borde”, la atención se centra en su respiración mientras su mente acepta y se calma.
Beneficios
Una mejor imagen corporal
El yoga desarrolla la conciencia interior. Centra su atención en las habilidades de su cuerpo en el momento presente. Ayuda a desarrollar la respiración y la fuerza de la mente y el cuerpo. No se trata de apariencia física.
Los estudios de yoga normalmente no tienen espejos. Esto es para que las personas puedan enfocar su conciencia hacia adentro en lugar de cómo se ve una pose, o las personas que los rodean. Las encuestas han encontrado que quienes practicaban yoga eran más conscientes de sus cuerpos que las personas que no practicaban yoga. También estaban más satisfechos y menos críticos con sus cuerpos. Por estas razones, el yoga se ha convertido en una parte integral del tratamiento de los trastornos alimentarios y en los programas que promueven una imagen corporal positiva y la autoestima.
Convertirse en un comedor consciente
La atención plena se refiere a enfocar tu atención en lo que estás experimentando en el momento presente sin juzgarte a ti mismo. Se ha demostrado que la práctica del yoga aumenta la atención no solo en clase, sino en otras áreas de la vida de una persona.
Los investigadores describen la alimentación consciente como una conciencia sin prejuicios de las sensaciones físicas y emocionales asociadas con la alimentación. Desarrollaron un cuestionario para medir la alimentación consciente utilizando estos comportamientos:
- Comer incluso cuando está lleno (desinhibición)
- Ser consciente de cómo se ve, sabe y huele la comida
- Comer en respuesta a señales ambientales, como ver u oler alimentos
- Querer comer cuando está triste o estresado (comer emocionalmente)
Los investigadores encontraron que las personas que practicaban yoga comían más conscientemente según sus puntajes. Tanto los años de práctica de yoga como la cantidad de minutos de práctica por semana se asociaron con mejores puntajes de alimentación consciente. Practicar yoga te ayuda a ser más consciente de cómo se siente tu cuerpo. Esta mayor conciencia se puede trasladar a la hora de comer mientras saborea cada bocado o sorbo y observa cómo huele, sabe y se siente la comida en la boca.
Un impulso para la pérdida de peso y el mantenimiento
Las personas que practican yoga y comen conscientemente están más en sintonía con sus cuerpos. Pueden ser más sensibles a las señales de hambre y a la sensación de saciedad. Los investigadores encontraron que las personas que practicaron yoga durante al menos 30 minutos una vez a la semana durante al menos cuatro años, ganaron menos peso durante la edad adulta media. Las personas con sobrepeso en realidad perdieron peso. En general, los que practicaban yoga tenían índices de masa corporal (IMC) más bajos en comparación con los que no practicaban yoga. Los investigadores atribuyeron esto a la atención plena. La alimentación consciente puede conducir a una relación más positiva con la comida y la alimentación.
Mejora de la aptitud
El yoga es conocido por su capacidad para aliviar la tensión y la ansiedad en la mente y el cuerpo. Pero también puede tener un impacto en la capacidad de ejercicio de una persona.
Los investigadores estudiaron a un pequeño grupo de personas sedentarias que no habían practicado yoga antes. Después de ocho semanas de practicar yoga al menos dos veces por semana durante un total de 180 minutos, los participantes tenían mayor fuerza y resistencia muscular, flexibilidad y aptitud cardiorrespiratoria.
Beneficios cardiovasculares
Varios estudios pequeños han encontrado que el yoga tiene un efecto positivo sobre los factores de riesgo cardiovascular: ayudó a reducir la presión arterial en personas que tienen hipertensión. Es probable que el yoga restablezca la “sensibilidad de los barorreceptores”. Esto ayuda al cuerpo a detectar los desequilibrios en la presión arterial y a mantener el equilibrio.
Otro estudio encontró que la práctica de yoga mejoraba los perfiles de lípidos en pacientes sanos, así como en pacientes con enfermedad arterial coronaria conocida. También redujo los niveles excesivos de azúcar en sangre en personas con diabetes no dependiente de insulina y redujo su necesidad de medicamentos. El yoga ahora se incluye en muchos programas de rehabilitación cardíaca debido a sus beneficios cardiovasculares y para aliviar el estrés.
Antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, asegúrese de consultar con su médico.