Se encuentra cerca la fiesta del Día de Muertos y empiezan los preparativos para celebrar a los que hoy ya no están. Una de las características es la comida, la decoración y el cempasúchil, la flor de los fieles difuntos.
Agricultores de la región de Atlixco, en Puebla, cuidan y cortan flores de cempasúchil, la región es una de las más ricas y prominentes en cuando a la obtención de esta flores; estas se utilizan para adornar altares y tumbas en las celebraciones del Día de Muertos.
En los campos se pueden apreciar, “mares” amarillos sobre el verde que contrastan con el paisaje durante esta época cuando la flor comienza a prosperar en Atlixco, Puebla.
En 2019, Puebla ocupa el primer lugar en la producción de la flor al superar 14 mil 900 toneladas. A escala nacional, la producción final para ese año fue de 18 mil 678 hectáreas. El segundo estado con mayor producción fue Hidalgo, con mil 437 toneladas; seguido de San Luis Potosí con 565.
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Cempasúchil, la flor que guía a los fieles difuntos
Cempoalxochitl (conocida como flor de cempasúchil), de origen náhuatl, significa “flor de veinte flores”. Según la tradición, los senderos de flores de cempasúchil sirven de guía para que los espíritus lleguen al altar u ofrenda que se instala en cada hogar o panteón del país.
Esta flor es, desde la época prehispánica, la que adorna altares, ofrendas y entierros dedicados a los muertos. Los mexicas consideraban que era una flor parecida al Sol, que iluminaba y embellecía el camino de los que vienen del Mictlán, el inframundo. En este contexto, es usada en ofrendas del Día de Muertos.
De acuerdo con la mitología mexica, las mujeres decoraban su cabello con guirnaldas elaboradas con la flor de cempasúchil, que usaban durante la ceremonia en honor a Cihuacóatl, la “recolectora de almas”, mitad mujer, mitad serpiente, protectora de la raza y madre que lloraba la muerte de los dioses mexicas.
La flor de cempasúchil era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.
El tallo de la flor puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro. Se estima que en el territorio nacional hay 35 especies de la flor de cempasúchil, de las 58 referidas para América.