El incendio registrado el pasado sábado en la refinería de Pemex en Salina Cruz, Oaxaca, resultó en la muerte de dos trabajadores y dejó a otro herido. El siniestro fue provocado por el desbordamiento de drenajes pluviales que contenían residuos aceitosos, causado por fuertes lluvias en la zona. Pemex confirmó que los trabajadores fallecidos eran empleados de empresas subcontratistas, una mujer de 21 años y un hombre de 26 años. El tercer afectado, quien sufrió lesiones, está siendo atendido en un hospital local(
El incidente ocurrió en una zona confinada de la refinería, donde los drenajes desbordaron hidrocarburos que llegaron a las calles del complejo industrial. El fuego alcanzó dos vehículos, que fueron consumidos por las llamas, lo que agravó la situación. Arturo Recio, gerente de la planta, informó que las unidades de procesamiento principales no resultaron dañadas. No obstante, se decidió suspender temporalmente las operaciones de la planta de destilación primaria y la de gasolinas limpias como medida de precaución. A pesar de la tragedia, la refinería sigue operando al 72% de su capacidad, equivalente a 330,000 barriles por día.
El incendio fue contenido por personal de la refinería y de Protección Civil, quienes trabajaron para evitar que las llamas se propagaran a otras áreas críticas. Pemex no proporcionó información oficial durante el fin de semana, pero algunos reportes iniciales indicaban que el incendio se originó cerca de plantas primarias dentro de la refinería. Recio confirmó que el siniestro no afectó directamente las instalaciones de procesamiento, asegurando que “no fue tocada ninguna planta, todo fue sobre la calle”(
Este incidente ocurre en un momento en que Pemex ha centrado esfuerzos en aumentar la capacidad de producción de sus refinerías, incluyendo la modernización de instalaciones clave como la de Salina Cruz.