La calificadora de riesgo Moody’s advirtió que los problemas crediticios de Pemex se mantendrán durante la administración de Claudia Sheinbaum, a menos que se implementen cambios estructurales en la estrategia operativa de la empresa. Entre los factores que agravan su situación financiera destacan un flujo de efectivo libre altamente negativo y un enfoque en el negocio de refinación, que ha generado pérdidas significativas.
Apoyo gubernamental sin cambios sustanciales
Moody’s prevé que el gobierno de Sheinbaum seguirá apoyando a Pemex para cumplir con sus vencimientos de deuda, pero sin alterar de manera relevante las políticas heredadas de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Esto incluye priorizar la autosuficiencia de combustibles mediante la refinación, mientras se limita la inversión en exploración y producción.
“Los riesgos crediticios se están desplazando hacia el manejo de las crecientes obligaciones de deuda, particularmente en los periodos de 2026 y 2027, lo que coloca a Pemex en una situación financiera delicada”, indicó Moody’s en su análisis.
Escenarios posibles para Pemex
La calificadora presentó dos posibles escenarios para la empresa:
- Continuidad en la política actual: Pemex mantendría su estrategia centrada en la refinación y requeriría un mayor apoyo financiero del gobierno. Según Moody’s, esta opción demandará subsidios gubernamentales crecientes, que podrían duplicarse para 2026 en comparación con el promedio anual de 2019 a 2023.
- Reestructuración de deuda: Pemex podría optar por reestructurar su deuda en 2025 con respaldo gubernamental, lo que aliviaría parte de su carga financiera a corto plazo. Sin embargo, esto no eliminaría la necesidad de subsidios ni reduciría el riesgo de un canje de deuda forzoso, considerado un evento de incumplimiento.
En cualquiera de los dos casos, Pemex continuará generando flujos de efectivo negativos, lo que pone en duda su sostenibilidad financiera.
Cifras preocupantes
La deuda de Pemex alcanzó los 97,300 millones de dólares en septiembre de 2024, y los vencimientos para 2026 requerirán al menos 17,400 millones de dólares, de los cuales 12,700 millones corresponden a obligaciones de largo plazo. Este monto supera con creces el promedio anual de 9,200 millones registrado durante el sexenio anterior.
Además, Moody’s señaló que la capacidad del gobierno mexicano para apoyar a Pemex se ha debilitado debido a un incremento en los gastos fiscales, incluyendo pensiones y pagos de intereses, así como a una menor contribución de Pemex por la reducción en la tasa del Derecho de Utilidad Compartida (DUC), que cayó al 30% en 2024 desde el 65% en 2018.
Impacto en la calificación crediticia
Moody’s advirtió que, incluso con un refinanciamiento exitoso, el riesgo de un canje de deuda forzoso seguirá presente. Esto podría afectar negativamente la calidad crediticia de Pemex e incrementar las tasas de interés en futuras emisiones de deuda. La empresa necesitaría garantías formales del gobierno federal para mejorar la calificación de nuevas emisiones, pero ello implicaría mayores compromisos para las finanzas públicas.
El reto del gobierno de Sheinbaum
Con un panorama financiero crítico y vencimientos de deuda inminentes, el gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará el desafío de redefinir el futuro de Pemex. Cualquier decisión tendrá implicaciones profundas no solo para la empresa, sino también para la economía y las finanzas públicas de México.