El uso de las baterías de Jujo y Tecominoacán fue fundamental en el procesamiento del crudo, gracias al incremento en la producción; además significaron un ahorro de 200 mdd.
En aras de mejorar su desempeño en el ámbito de la exploración y producción, Petróleos Mexicanos (PEMEX) lleva a cabo la revitalización y aprovechamiento de infraestructuras que habían quedado inactivas o subaprovechadas.
Octavio Romero Oropeza, director general de la empresa, señala que esta estrategia es fundamental para aumentar la rentabilidad y alcanzar los objetivos establecidos en el periodo de seis años.
Romero Oropeza destaca que, la reutilización de todos los activos disponibles, al incluir infraestructuras, maquinaria y equipos que habían sido abandonados, es una piedra angular de la política de PEMEX para mejorar la eficiencia de sus proyectos.
Un ejemplo concreto de esta iniciativa se evidencia en la recuperación de baterías, bombas y macroperas. Un caso destacado es el de las baterías de Jujo y Tecominoacán, localizadas en Tabasco, las cuales desempeñan un papel fundamental en el procesamiento del crudo, gracias al incremento en la producción.
El director general resalta que, antes de la presente administración, estas baterías apenas tenían un uso significativo, al procesar una cantidad mínima de crudo, sin embargo, gracias al descubrimiento de Quesqui, PEMEX aprovecha nuevamente estas infraestructuras, y de no contar con Jujo y Tecominoacán, se habría requerido una inversión de aproximadamente mil 200 millones de dólares.
La utilización de la batería de separación de Cárdenas Norte ha posibilitado la gestión de la extracción de Tupilco profundo, mientras que la batería Perdiz colabora en la administración de la producción del campo Ixachi.
El ejecutivo señaló que no solo se trata de estas construcciones, sino que también han trasladado equipo de otras instalaciones que ya no estaban en uso, lo cual ha permitido optimizar la producción al acortar los tiempos y reducir los costos.
Además, como parte de esta estrategia de reutilización de infraestructura, maquinaria y equipo obsoleto para hacer el desarrollo más rentable, tienen previsto utilizar nuevamente la pera ubicada en Jalpa de Méndez, Tabasco, para el desarrollo del pozo Tlaktok, el cual cuenta con un 25% de probabilidad de éxito y forma parte de la estrategia de producción temprana.
Asimismo, el ejecutivo explicó que en esa instalación se ampliarán 20 metros en profundidad y 10 metros en los lados para iniciar la perforación del pozo, el cual cuenta con un recurso prospectivo de 18 a 20 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Adicionalmente, según el Plan de Negocios de PEMEX, se tiene programada la restauración de la infraestructura de servicios complementarios en los complejos petroquímicos (CPQ) de la Cangrejera y Morelos durante este 2023.
Desde 2019, la compañía estatal se propuso ajustar y modernizar la infraestructura de producción, y después de cuatro años ha logrado reducir los costos en exploración y producción, al mismo tiempo que ha mejorado su eficiencia operativa.