A pesar de que el barril de Brent ha caído un 20%, los precios de la gasolina solo han disminuido un 5%. La diferencia se debe a diversos factores, y no necesariamente a una simple relación directa entre el precio del petróleo y el combustible que encontramos en las estaciones.
El desfase entre petróleo y gasolina
Aunque ambos están relacionados, el petróleo crudo y la gasolina son productos distintos. Entre otros costos, el proceso de refinación ha incrementado significativamente, lo que impide que la bajada del petróleo se refleje de inmediato en el precio del combustible. Actualmente, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, la gasolina está a su nivel más bajo desde febrero, con un promedio de 1.55 euros por litro, mientras que el diésel ronda los 1.42 euros.
Desde julio, la gasolina ha acumulado una caída del 5.2%, pero si comparamos con el crudo, la bajada ha sido mucho más pronunciada, llegando a un 20%. A pesar de ello, el precio de los carburantes no sigue una curva tan marcada, ya que otros factores como los costos logísticos y de refinación amortiguan los cambios.
Impacto económico y medidas de la OPEP
La caída del precio del petróleo se debe en gran parte a la desaceleración de la demanda, especialmente en el mercado chino. Esta tendencia ha puesto en alerta a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que tenía previsto aumentar la producción a finales de octubre. Sin embargo, ante el descenso en la demanda, han decidido retrasar esa decisión hasta diciembre.
Este ajuste por parte de la OPEP ya ha comenzado a tener un efecto en el precio del barril, que ha vuelto a subir unos dólares tras haber tocado mínimos de tres años. La incertidumbre en el mercado persiste, con analistas divididos sobre si el precio caerá por debajo de los 60 dólares o si, por el contrario, repuntará a más de 80 dólares para fin de año.
En resumen, aunque el precio del petróleo ha disminuido considerablemente, el costo de la gasolina no caerá de forma inmediata. La volatilidad del mercado global, los costos adicionales y las decisiones de los productores son factores que influyen en la adaptación de los precios finales que vemos en las estaciones.