La crisis por la falta de agua y las prolongadas “olas de calor” que tienen a prácticamente todo el país padeciendo altas temperaturas tienen en jaque.
Esto ya se venía llegar, desde 2022 el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación “por el que se establece el plan de acción inmediata para atender la emergencia por el desabasto de agua potable para uso público urbano y doméstico en los municipios afectados por baja disponibilidad en sus fuentes de abastecimiento y por sequía en el estado de Nuevo León”, en el que se declaró como un asunto de seguridad nacional la crisis en ese estado y se ordenó tomar el control de las concesiones de privados para destinar el líquido a uso doméstico y urbano.
“Por ser causa de utilidad pública, de interés público y un asunto de seguridad nacional, se ordena aprovechar temporalmente los derechos de agua existentes, mediante la modificación o reducción provisional de volúmenes concesionados, destinados para usos distintos del doméstico y del público urbano”, dice el decreto.
El mandatario federal reconoció que, aunque los empresarios están ayudando mucho, hace falta más, por lo que su gobierno decidió intervenir.
“Ya es una cantidad considerable, pero tienen más. Han aportado 200 litros por segundo pero tienen concesiones de 1,800 litros por segundo. El déficit es 3,000 litros por segundo, entonces se ha venido reduciendo ese déficit con todo lo que se está haciendo, pero falta más”, aseveró.
López Obrador explicó que, en acuerdo con la zona citrícola, se acordó la cesión de 1,000 litros por segundo, no obstante, aclaró que aún hay un déficit de 2,000 más.
La realidad ha hecho que ahora no solo sea el estado de Nuevo León el afectado, sino todo el país, por lo que AMLO ya solicitó una revisión a los permisos entregados para la explotación de agua y reconoció que se llevó una sorpresa al saber que incluso en su administración se entregaron concesiones, lo que –agregó– él no aprobó.
“En el caso de Nuevo León pedí una revisión de la entrega de los permisos de la explotación del agua, pensando que nosotros no habíamos entregado permisos, pues ¿qué creen? Se entregaron permisos ya en el gobierno nuestro, claro, nada que ver con los gobiernos anteriores, en cuanto a volumen”, reconoció.
–¿Fue en la administración de Blanca Jiménez?, se le preguntó al presidente.
–Sí y en otras, respondió el mandatario federal sobre los permisos.
En abril de 2021, Blanca Jiménez dejó el cargo como directora de Conagua por “asuntos personales” y posteriormente fue nombrada embajadora de México en Francia.
López Obrador dijo que su gobierno no entregará más concesiones a actividades que requieran de grandes cantidades de agua.
“En algunos casos, por ejemplo la minería, todo aquello que implique, por eso no hemos autorizado lo del fracking, como en otras partes, por el uso excesivo de agua, eso no se toma en cuenta pero no hemos permitido la perforación de pozos petroleros, extracción de gas mediante fracking. No hemos dado ninguna concesión minera desde que estamos en el gobierno porque abusaron, entregaron el 60% del territorio nacional, ni Porfirio Diaz se atrevió a tanto”, reiteró una vez más.
TEMPERATURAS EXTREMAS
En este contexto, alrededor del 85 por ciento del territorio nacional se encuentra afectado por falta de lluvias, lo que enciende los focos rojos en el sector rural, ya que un campo sin agua, será un terreno árido que pondrá en riesgo la producción de alimentos en nuestro país, aseguró la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC).
El agua es factor determinante en la producción agrícola, por lo que la industria de protección de cultivos se pronuncia a favor de incrementar la inversión pública y privada en la investigación y tecnificación hídrica de nuestro país, así como de una continuidad transexenal que genere infraestructura para la eficiencia de uso,
Además de una mayor capacitación en el manejo de agroquímicos que ayuden a reducir el consumo del vital líquido.
La industria de protección de cultivos resaltó que según el Monitor de Sequía de México, al 15 de mayo, el porcentaje del territorio nacional que presenta algún grado de sequía es del 70.76 por ciento, mientras que el 14.82 de la superficie se encuentra en la categoría de anormalmente seco.
Este parámetro, de anormalmente seco, según la Conagua, es la condición que se presenta al inicio o al final de un periodo de sequía y puede ocasionar el retraso de la siembra de los cultivos anuales, un limitado crecimiento de los cultivos o pastos y existe el riesgo de incendios.
Asimismo, el porcentaje de la superficie de nuestro país que presenta algún grado de sequía se incrementó sensiblemente del 29 de febrero al 15 de mayo, al pasar de 56.64 por ciento, a 70.76 por ciento al 15 de mayo pasado.
Además, en la Primera Sesión Ordinaria 2024 de la Comisión Intersecretarial para la Atención de Sequías e Inundaciones (CIASI) 2024, se informó que del 1 de enero al 8 de abril de 2024 se registró un déficit de precipitación acumulada del 30.3 por ciento por debajo del promedio de 1991 al 2020.
Para la UMFFAAC, el problema del agua en el campo no es nuevo y es materia de estudio en cualquier parte del mundo, Sin embargo, este dilema en nuestro país se observa claramente en las presas, porque en algunas de ellas, se tienen niveles bajos como no se habían visto desde que se construyeron, por lo que es necesario invertir en el uso eficiente del recurso hídrico.
En este caso, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en su reporte de Almacenamiento de Agua en Presas de Uso Agrícola del 20 de mayo, informa que de 138 presas, 52 presentan niveles por debajo de 20 por ciento de su capacidad, 49 entre 20 y 50 por ciento de su capacidad, y sólo 37 están arriba del 50 por ciento.
La UMFFAAC mencionó que un hecho importante es que las presas del noroeste de México están en sus niveles históricos más bajos, algunas de ellas están en promedio en 11 por ciento y son las que abastecen de riego a las zonas agrícolas de esa parte del país.
Podemos encontrar casos, en la región de Sinaloa en los que las presas están al 50 por ciento abajo del promedio de los últimos cinco años y en el mismo caso está Sonora.
De esta forma, la industria de protección de cultivos observa un tema serio en la captación de agua y los agricultores están tomando ya una decisión, incluso de si continuar con cultivos como el maíz o cambiar como en el caso de Sinaloa donde no tuvieron el último riego y tuvieron que conformarse con cosechar forraje para ganado.
Por su parte, en el caso de Tamaulipas se van a perder miles de hectáreas de sorgo porque no tienen agua por el bajo volumen en las presas, que están al 18 por ciento de su almacenamiento.