El proceso de renovación del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ha desatado una fuerte polémica, lo más inverosímil y absurdo de este proceso electoral, es que Ricardo Aldana subestima a los trabajadores y trabajadoras petroleras, es más que evidente la descarada artimaña de Ricardo Aldana. En una jugada más que lo describe como lo que verdaderamente es, Aldana, resulta ser el único que cumplió con todos los requisitos para participar en las elecciones internas, mientras que a las otras tres planillas opositoras se les concede una “generosa” prórroga de 20 horas para subsanar las inconsistencias en su documentación.
Aldana, quien ha mantenido el control del sindicato por varios años, es señalado por trabajadores disidentes de orquestar un proceso fraudulento. Según estos trabajadores, el comité electoral, influido por Aldana, emitió resoluciones que han limitado la participación de otros candidatos, favoreciendo de manera clara al actual dirigente.
El reciente comunicado de la Comisión Nacional Electoral del STPRM establece que, debido a omisiones en la documentación presentada por tres planillas opositoras —Fuerza Oro Negro, Guinda y Blanca—, se amplió el plazo hasta el 14 de octubre de 2024 para que estas subsanen las inconsistencias. Sin embargo, los críticos consideran que esta ampliación es una medida diseñada para dar una ventaja injusta a Aldana, quien cumplió con todos los requisitos desde el principio, lo que refuerza las acusaciones de que el proceso está amañado.
Adicionalmente, la Comisión anunció que las campañas electorales se desarrollarán del 15 al 26 de octubre de 2024, con la jornada de votación prevista para el 28 de octubre. Sin embargo, los opositores afirman que Aldana ha manipulado el proceso desde la convocatoria, creando condiciones que limitan la competencia y favorecen su reelección.
Incluso el delfín de Romero Deschamps ya ese encuentra realizando actos anticipados de campaña de forma completamente ilegal.
Trabajadores en ciudades clave como Villahermosa y Ciudad del Carmen han denunciado irregularidades, incluyendo la exclusión de votantes disidentes y el presunto control total de Aldana sobre las estructuras sindicales, lo que ha generado un clima de tensión. “Es un fraude descarado”, señaló uno de los trabajadores afectados, quien también denunció que, desde un principio, las reglas del proceso estaban diseñadas para impedir una competencia justa.
Pese a estos reclamos, las elecciones siguen en marcha, y los trabajadores continúan exigiendo que se detenga lo que consideran un golpe a la democracia sindical.
Con estos comunicados queda claro que el proceso está siendo secuestrado por intereses particulares.