Agustín Ferrer / La Chispa
En medio de una ola de operativos de huachicoleo, Petróleos Mexicanos prepara la entrega de un contrato que ronda los 100 millones de pesos, para transporte y distribución de diésel marino por dos años, que podría estar dirigido a una de las empresas, Gaeli Diesel o la tabasqueña Tagal, las dos con turbios antecedentes que relacionan algunas de sus embarcaciones en operaciones militares por trasiego de dicho combustible en altamar.
Enunció lo anterior, Carlos Solórzano Gómez, consejero municipal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien consideró sospechoso que dichas compañías participaron, pero sin hacer cuestionamientos, en la junta de aclaraciones de la licitación con terminación 80929-1, para designar al proveedor que abastecerá a embarcaciones de Pemex Exploración y Producción.
TRAFICANTES
Pemex podría cometer un error al considerar prematuramente la participación de cualquiera de las tres empresas que mostraron interés; por ejemplo -explicó- el año pasado en las bodegas de Gaeli Diesel, propiedad de Luis Augusto Eugenio Nicolás García Santinelli -también dueño del Carmen Country Club Playa Palmas- fue el sitio donde la Secretaría de Marina (Semar), resguardó el barco Rollo, decomisado por almacenar presunto combustible marino carente de documentación.
García Santinelli, también al frente de las empresas, Gaeservi, Gaeli Fletes, Fletes Teques y Asociados, y Operadora de Servicios Petroleros, amasó su fortuna -distribuida hoy en múltiples compañías, bienes inmuebles y asociaciones con otros consorcios- gracias a la venia de altos funcionarios de Pemex en los gobiernos neoliberales, que les facilitaron acceso total a contratos de este tipo, detalló.
El perredista, tampoco omitió mencionar que el empresario gasolinero, Miguel Roldan Zavala, podría tener relaciones de negocios con Santinelli, porque señaló como evidente que ambos tienen al manejo de combustibles como su principal fuente de ingresos, de donde arrebatan sus jugosas utilidades.
De la empresa tabasqueña, Tagal, detalló que en 2019, Renán Ariel Herrera Valls, empresario identificado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), como representante legal de esta compañía, estuvo inmiscuido en un tráfico ilegal, en el Golfo de México; donde la Semar aseguró de uno de sus abastecedores, 745 toneladas de diésel refinado por Pemex.
Y mencionó, que la UIF hizo también el anuncio de indagatorias para dicha empresa por haber triangulado 37.1 millones de pesos a cuentas de la planta Etileno XXI; ubicada en territorio veracruzano y propiedad en su momento de la multinacional Odebrecht, entre 2015 y 2016.
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