Sin Remitente
Ante la posibilidad de que suceda, habría que ver cómo toma la militancia de Cunduacán las versiones de que el todavía alcalde, Abraham Cano González, sea postulado para un segundo mandato por Morena en el 24. Si otra fueran las condiciones, “El Chelo Cano”, ahora con la bandera de “independiente”, no tendría ningún problema en reelegirse, pero el no marcar diferencia respecto a su antecesora, el haber incumplido compromisos con buena parte de los que le ayudaron a ganar y su alejamiento de las comunidades en la que lo esperan para reclamarle, no le abonan a su deseo de repetir en el cargo, ganar por segunda vez y seguir disfrutando del poder y del erario.
La realidad es que si los dirigentes de Morena optaran por postular a uno de los suyos, sea del grupo que lidera Adán Augusto López Hernández o de Javier May Rodríguez, -y no de la de la ex alcaldesa Nidia Naranjo, que insiste en imponer a uno de sus incondicionales- no tendrían ningún problema de ganar la alcaldía.
La razón para que Morena gane en la próxima elección con un candidato propio es simple: El Chelo Cano perdió muy pronto su capital político y electoral como consecuencia de un mal gobierno que salió igual o hasta peor que los que tanto había criticado.
Ya en el poder, sin evaluar las razones por las que ganó, “El Chelo Cano” se siente invencible y cree que nadie más podrá superarlo incluso si se va de nuevo como candidato independiente, y más si es por Morena.
Olvidó pronto que si ganó la pasada elección fue por la división entre morenistas que se generó por la imposición de candidato de parte de la ex alcaldesa, Nidia Naranjo Cobián, que sigue siendo factor de confrontación desde la Secretaría de Organización del Comité Estatal de Morena-, y que recibió el respaldo de parte de la población y de empresarios.
Por su misma soberbia, propia de su inexperiencia y de lo que provoca el ejercicio del poder, el alcalde, ya en ejercicio, incumplió a buena parte de esa clase empresarial local que le apostó a su candidatura y a otros tantos que desde la sociedad civil lo defendieron a capa y espada para que llegara a la alcaldía.
Si mirase atrás en un acto de autocrítica, el edil se daría cuenta que se ha quedado prácticamente solo en sus aspiraciones de lograr reelegirse y que hacerlo por Morena, si es que la militancia lo permite, sería la única oportunidad que tendría de competir, porque tampoco estaría asegurado su triunfo en caso de que resultara favorecido por los dirigentes de Morena.
Los ejemplos de lo que ocurre cuando a los morenistas le imponen un candidato, sin consenso, están a la vista: las derrotas en Paraíso y en el mismo Cunduacán en el 2018. Y después de eso, la clase dirigente tendría que haber aprendido la lección muy bien como para evaluar sensatamente los escenarios del 2024, antes de decantarse por arropar desde Morena a “El Chelo Cano”.