De acuerdo con el segundo informe de la fiscalización a la cuenta pública 2022 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dentro de Pemex se detectaron pagos en exceso, irregularidades en trabajos de explotación y refinación además del incumplimiento de aplicación de penas por retrasos en obras de Petróleos Mexicanos por lo que la ASF detectó irregularidades por más de 100 mdp en refinerías de Pemex.
Dichos manejos ocasionaron un daño al erario por más de 111.6 millones de pesos, y el órgano fiscalizador detectó anomalías por 7 mil 175 millones de pesos, derivadas de 708 auditorías.
La ASF se centró en las tareas de refinación de la paraestatal y de la filial que las administra, Pemex Transformación Industrial.
El mayor desfalco que detectó la ASF fue en la refinería Tula, con un monto de 62.4 millones de pesos.
La auditoría detectó diferencias entre las cantidades reconocidas a pagar con las cifras acreditadas mediante documentación de soporte en alimentos, equipos de computación, operación de vehículos, contratación de consultores, asesores y servicios de mantenimiento y almacenamiento.
La refinería de Minatitlán, reportó gastos en exceso por 11 millones de pesos. Mientras que en Chiapas, en el Complejo Procesador de Gas Cactus, las irregularidades ascienden a 16.6 millones de pesos.
La ASF destacó que la petrolera incumplió en cobrar las penas convencionales valuadas en casi dos millones pesos ante el atraso de 237 días en servicios de rehabilitación, además de pagos en exceso en un contrato porque no se acreditaron las pruebas de funcionamiento de los 11 equipos rehabilitados.
En el campo lxachi, la ASF detectó trabajos pagados no ejecutados en el contrato que tenía por objeto la construcción de caminos y plataformas terrestres para obras de perforación de pozos y obras de infraestructura terrestre.
Sin embargo, Pemex aún debe aclarar los pagos en exceso por unos 16,.3 millones de pesos por el mantenimiento en el Sistema Altamira Integral, en Tamaulipas. La anomalía corresponde a tres contratos para la adquisición de equipo y material, así como no ser documentada la evidencia de su uso.
Por el contrario, la Auditoría no detectó ni un peso malgastado en la compra de la refinería Deer Park, transacción valuada en unos 600 millones de dólares. De acuerdo con el documento, Petróleos Mexicanos cumplió con las disposiciones legales y normativas que son aplicables en la materia sobre esta transacción millonaria con la que el Gobierno federal apuntala su estrategia de producción de refinados. Entre lo auditado en materia financiera en esta entrega se encuentran Pemex y sus erogaciones en arrendamiento de equipo terrestre, mantenimiento, rehabilitación, la adquisición de la refinería Deer Park, la producción y comercialización de fertilizantes, los ingresos por venta de negro de humo y combustible, por el otorgamiento de supervisión de permisos para la operación de gasolineras, así como el comportamiento de la deuda de Pemex.